“Hagamos especial hincapié en el papel de la solidaridad humana para la construcción de vidas dignas para todos en un mundo sostenible.”
La solidaridad es uno de los valores fundamentales y universales en los que deberían basarse las relaciones entre los pueblos, por ello la Asamblea General de las Naciones Unidas, en su resolución 60/209 de fecha 22 de diciembre de 2005, proclamó el 20 de diciembre como el Día Internacional de la Solidaridad Humana.
El Desarrollo Sostenible constituye un programa nuevo e inclusivo para erradicar la pobreza, proteger nuestro planeta y garantizar la dignidad para todo el mundo. El nuevo programa de los “Objetivos de Desarrollo Sostenible” (ODS) sitúa en el centro a la persona y al planeta, apoyándose en los derechos humanos y decidida a ayudar a la gente a superar la pobreza, el hambre y las enfermedades.
La solidaridad es fundamental en la cooperación internacional. En un mundo globalizado se pueden presentar oportunidades para conseguir un desarrollo económico y social más sostenible.
Ayuda para el desarrollo: En el que las organizaciones y gobiernos además de proveer asistencia humanitaria, ayudan a sentar las bases para que las comunidades trabajen por su propio desarrollo.
Cooperación: Las comunidades que reciben ayuda participan a su vez en el proceso de desarrollo.
Referencias externas:
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